UNOS TIENEN MÁS AÑOS, OTROS MÁS COPAS, NINGUNO TIENE MÁS GLORIA ☼ PRIMER CAMPEÓN NORCECA DE EL SALVADOR ☼ ÚNICO CAMPEÓN GRANDES DE CENTROAMÉRICA ☼ ÚNICO CAMPEÓN INVICTO EN NORTE CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE ☼ DOCE VECES CAMPEÓN NACIONAL ☼ ALIANZA VIVIRÁS HASTA QUE SE APAGUE EL SOL

lunes, 9 de mayo de 2011

LA FINAL SERA UN CLASICO

LA COPA VUELVE A MANOS DE UN GRANDE

Leer también: Así jugó Alianza,
Pasaporte blanco a la final.


El fútbol es 50% lógica y 50% ilógica y sorpresa. Si cuando arrancó el torneo Clausura 2011 se hubiese hecho una encuesta o una apuesta sobre cuál sería la final del campeonato, la tendencia hubiese sido ver a Alianza e Isidro Metapán. Al primero lo validaba el proceso del último año; al segundo, sus resultados de los últimos tiempos. Al final, el 50% de la apuesta dio en el clavo.

El culpable de la sorpresa fue FAS. Reñido con el recuerdo de su último campeonato, los tigrillos superaron un traumático octavo puesto que los ponía más como candidatos al descenso que como candidatos al título, además de una más que profunda crisis económica, y hoy están a 90 minutos de alcanzar la corona número 18 de su historia.

Pero su obstáculo para conseguirlo es Alianza. Y los blancos también tienen hambre de gloria. Hace seis meses rompieron con la maldición de seis años sin alcanzar una final, pero cayeron ante Isidro Metapán. Ahora, nuevamente están en el partido más importante del semestre y no pretenden dejar escapar otra oportunidad para alcanzar la novena copa de su historia y ponerse a la par de Luis Ángel Firpo.

Pero el Clausura 2011 no ha sido placentero ni para fasistas ni aliancistas. Finalizaron las dos vueltas de clasificación en los dos primeros lugares, con los mismos puntos pero mejor diferencia de goles para los capitalinos, marcados ambos con sendos baches de rendimiento.

El de los albos fue, en apariencia, menos pronunciado. Sin embargo, la irregularidad asaltó al plantel capitalino, que no se mostró tan sólido como el campeonato pasado. Si no, basta con echar un vistazo a su rendimiento en la segunda vuelta.

Luego de caer ante Isidro Metapán en la novena jornada, los albos no solo se quedaron sin técnico –por la salida del serbio Milos Miljanic por motivos personales–, sino que sus resultados comenzaron a ser irregulares: victoria ante Vista Hermosa, derrota ante Firpo, empate ante FAS, triunfo ante UES, derrota ante Balboa, gane a Águila, derrota con Marte. Dos victorias consecutivas en las dos últimas jornadas le dieron el pase a semifinales.

La fe de FAS

Mientras Alianza buscaba la regularidad en sus resultados, FAS luchaba contra sí mismo. Sumido en la crisis económica, el club asociado arrancó el torneo con el primer objetivo de alejarse lo antes posible de los puestos de descenso.

Un debut con goleada sobre Isidro Metapán le sentó bien a los asociados; empero, una goleada en su visita a Alianza en la tercera jornada hizo temblar la confianza tigrilla, al grado que incluso su técnico, Alberto Castillo, recordó que el objetivo debía ser salvarse del descenso.

Pese a que los resultados le permitieron sumar puntos a los asociados, un bache de cinco jornadas sin ganar –desde la fecha 9 hasta la 13– complicaba las aspiraciones tigrillas de semifinales. Sin embargo, los fastanecos creyeron que el milagro era posible y ganaron tres de los últimos cinco partidos y empataron los restantes dos y se metieron a semifinales.

En semis, los números solo sirvieron para estadística. Alianza y Metapán eran los favoritos para repetir la final del torneo pasado, pero solo los capitalinos hicieron valer su condición.

Dos empates en los dos juegos de semifinales le fueron suficientes a los blancos para meterse a la final, gracias a su mejor posición al acabar las dos vueltas; mientras que FAS venció 4-3 en el global a Isidro Metapán. Aunque hubiera ganado 2-1 se hubiera quedado con el pase gracias a su mejor posición en la tabla.

Y así, quedó servida una nueva final de fútbol salvadoreño. La lógica del proceso albo contra la sorpresa de la fe tigrilla. Una vez más dos grandes se ven las caras y el estadio Cuscatlán deberá repartirse, mitad para cada una de las aficiones. La novena corona aliancista o la 18.ª fasista. La final está lista: volverá a ser clásica a la espera de un final clásico.

No hay comentarios: