MARTIN GARCIA RECUERDA

Actualmente Martín García, mejor conocido como “el Corcel Negro”, juega para el Sport Boys de la primera división de Perú. Después de militar en Alianza en 2004, pasó por los equipos brasileños Sao Caetano y Vasco da Gama, donde tuvo como compañero a Romario, campeón del mundo con Brasil en 1994. El delantero recordó la final de 2004 ante FAS. Tiene frescas en su mente algunas palabras para él de parte del técnico tigrillo, Alberto “Chochera” Castillo, quien después de esa final lo llamó “actor”.

¿Qué fue de usted luego de salir de Alianza en 2004, con la corona en las manos?

Estuve con Millonarios de Colombia. De allí fui vendido al Sao Caetano y luego jugué para el Vasco da Gama de Brasil. Después fui al Necaxa de México. Luego regresé a Millonarios. Después me fui a Veracruz de México, pasé al fútbol chino. De allí pasé al Sport Boys de Perú, donde juego actualmente.

¿Qué recuerda de esa final que ganó con la camisola de los albos del Alianza en 2004, en el estadio Jorge “Mágico” González, donde el uruguayo Alejandro Curbelo anotó el último tiro de penalti de la tanda?

Fue un partido difícil. Fue un juego en el que me tocó dar lo mejor de mí. Fue el último campeonato, si no estoy mal, que han ganado los albos del Alianza hasta el día de hoy. Después de que me vine fue el último título para Alianza. Además, fui campeón goleador. No sé si después de que me vine Alianza ha sacado campeón goleador en los torneos cortos (lo hizo en el Clausura 2011 con el nacional Rodolfo Zelaya).

Esa final de 2004 fue complicada para los albos porque FAS se puso en ventaja con un tanto de Víctor Velásquez en el '110. Cuatro minutos más tarde el uruguayo Luis Espíndola anotó el tanto del empate y mandó el compromiso para la tanda de penaltis...

Me acuerdo bastante bien. Igual me acuerdo que faltando pocos minutos expulsaron al argentino número 9 de ellos (Alejandro Bentos). En ese entonces el director técnico de FAS era Alberto “la Chochera” Castillo, si no estoy mal. Él dijo que yo era un colombiano para estar en Holywood porque supuestamente había fingido en un cabezazo del número 9 de ellos, el argentino. Fui el primero en patear en la tanda de penaltis. Lo aseguré con un potente remate. Me acuerdo que “el Paleta” Erazo erró su penalti. La verdad me recuerdo ya de poco. En 2001 (2002) fui campeón con Alianza y luego fui subcampeón. Después, cuando volví en 2004, lo hice para salir campeón con Alianza.

¿Qué significó para usted perder con un 4-0 en la final de 2002 contra FAS?

Me acuerdo que fue un partido bastante difícil. Venía arrastrando una lesión en la parte del pubis. Me hicieron unas infiltraciones. Tuvimos la oportunidad de ganar en Santa Rosa de Lima (en semifinales) con un gol que hice desde medio campo.

¿Tuvo algunas diferencias de criterio con el técnico uruguayo Martín Mujica en 2004?

La verdad que no. De pronto acordémonos de que en el Alianza todos eran uruguayos y yo era el único colombiano que existía en su momento. Yo trataba siempre de trabajar para jugar y brindar lo mejor. Quería mostrarme para lograr jugar en el exterior. Siempre me dediqué a trabajar en el Alianza. Nunca tuve problemas de indisciplina y no fui un jugador, como dicen, de la noche.

¿Quién lo apodó “Corcel Negro”?

Fue un director técnico o empresario que llegó para la época, pero en este momento se me va el nombre. Pero sí hubo una persona que me decía que yo era un caballo y eso, pero la verdad se me va el nombre.

¿Qué piensa de la sequía de títulos que ha vivido Alianza en los últimos siete años?

Es triste para esa afición tan grande que tiene esa institución. Sabemos que es de las grandes aficiones que tiene el país centroamericano (El Salvador). Es un equipo con tanto reconocimiento internacional y no poder levantar una corona, debe ser algo triste. No sé qué es lo que ha influido. Lo único que puedo decir es que Dios quiera que en su momento pueda levantar y poder brindarle alegría a esa gente.

¿Cómo era su relación con el uruguayo Alejandro Curbelo?

Bueno, la verdad tranquilo, en lo que cabe. Soy de los jugadores que voy y hago mi trabajo y ya está. Era normal. Tampoco era de las mejores, pero no de lo peor.

¿Cómo fue su paso por el Necaxa de México?

Fue bastante bueno, ya que venía de unos buenos partidos en Brasil. Venía de buenos juegos con el Vasco da Gama y Sao Caetano. Venía haciendo goles y eso fue lo que me dio el paso para ir a Necaxa. Después volví a Colombia y a México, a otro de los equipos grandes, que es Veracruz. Creo que todo eso se hizo con trabajo, humildad y sacrificio.

¿Y su paso por el Vasco da Gama?

Fue bastante vistoso, la verdad. Tuve la oportunidad de estar con Romario, campeón del mundo con Brasil en 1994, en su gol 1,000. En su momento, cuando llegué a Brasil, me vieron como el reemplazo de Romario. Tomé eso con tranquilidad y traté de hacer las cosas bien, de tratar de estar dentro del onceno titular. Para mi fortuna se me dieron las cosas. Tuve el apoyo del cuerpo técnico. Todo salió bastante bien. Estoy, ahora, en la lista de goleadores del fútbol peruano.

¿Cómo es Romario como compañero?

Romario es una persona muy tranquila, una persona que dio mucho de qué hablar. Dentro del terreno de juego te ayuda como jugador y persona. Eso fue lo que más me sorprendió de él. Es una persona tranquila y un caballero. Es una persona que ayuda.

¿En qué momento está Sport Boys en la primera división peruana?

Hemos tenido unos altibajos, pero bueno, estamos a ocho puntos del primer lugar. De pronto, al técnico le costó en las primeras fechas sacar al equipo. Ahora, el profesor ya puede contar con todo el equipo y eso nos ha servido bastante.

¿Nunca esperó el llamado de la selección de Colombia después de hacer un buen trabajo en el fútbol mexicano, brasileño y chino?

Pues uno como jugador siempre espera ese llamado, pero para ser llamado tenía que estar en un club dándome a conocer. Lo que me mata fue que en 2006 salgo de Millonarios con una buena campaña y voy al Sao Caetano y Vasco da Gama. Después fui a México. La verdad todo ese tiempo ha sido algo muy corto.