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lunes, 15 de marzo de 2010

PORTERITO CHURRIERO LES HIZOEL JUEGO

Los albos jugaron 40 minutos ante un rival con diez; el Limeño firmó su sexto juego sin conocer derrota.


La vida presenta oportunidades que a veces llegan sólo una vez. Si no se aprovechan, empiezan los lamentos y al final se termina llorando. Esa parece ser la historia del Municipal Limeño y el Alianza, quienes al final del Clausura 2010 sabrán cuál es su destino: clasificación, si se mantienen en Primera División o descenso.

Tanto cucheros como albos tuvieron ayer oportunidades para anotar y llevarse el juego, pero las desaprovecharon.

Los santarroseños siguen quintos en la tabla y le sacaron seis puntos al Alianza (penúltimo), que es su fiel seguidor en la tabla acumulada, donde Limeño es séptimo y Alianza octavo.

Los dos equipos no gozan el mejor campeonato: los auriazules están haciendo una campaña digna y sumaron ayer seis partidos sin derrota, mientras que los capitalinos querían iniciar el despeje de la zona del descenso.

Pero primero tenían que demostrarlo y el primer tiempo no fue lo mejor para ambos bandos, ya que el equipo local cometió muchos errores que casi le salen caros (malos pases y coberturas). Mientras que la visita, con un equipo modificado con respecto al encuentro pasado, no supo sacar ventaja de eso.

Al minuto 12, Edgar Ramos filtró bola a Emmanuel Quintanilla que pudo achicar el meta local, Aníbal Peña. Luego, el brasileño José Oliveira no pudo aprovechar otra pelota filtrada. Alianza se aferraba a su 4-4-2 para buscar sorprender.

Los de Eraldo Correia desperdiciaban en ataque. El colombiano Cristian Gil no se exigía y cuando tenían una oportunidad en ofensiva –para aprovechar por los costados a José Luis Iglesias y Juan Hernández-, dejaban que Alianza se rearmara y los desestabilizara.

Pese a que Limeño pasó la mayor parte del tiempo de la primera etapa en la zona del Alianza, no generó mayor peligro al meta Rafael Fuentes. El elefante estaba haciendo su negocio.

movilidadPero Correia, en el complemento, le metió fuerza al equipo con el ingreso de Óscar "Romarito" Fuentes para crear y profundizar más oportunidades de gol.

Entonces, Limeño tuvo que luchar contra corriente. El zaguero Carlos Carrillo salió expulsado al 50' por falta sobre Emmanuel Quintanilla (que se fue lesionado y en su lugar llegó Fito Zelaya).

Pese a que estaba con 10 en la cancha, Correia lo apostó todo. Metió al hondureño Wilber Ramos para acompañar a Gil y Romero y mostraron peligro.

Esto hizo que Limeño se soltara y el Alianza reforzara en defensa con dobles marcas y defendiendo con siete jugadores. En esos 40 minutos, no se notó la diferencia numérica en la cancha.

Milos Miljanic, DT. albo, reforzó al equipo para afianzar el empate y quedarse a la espera de un contragolpe. Éste nunca llegó y ni uno ni otro se hicieron daño.

CONTRA EL ALIANZA SE INSPIRAN
Su buen trabajo evitó que los albos se llevaran el juego

Peña fue una muralla infranqueable
para los atacantes aliancistas.
foto edh / mario amaya

Byron Sosa
Domingo, 14 de Marzo de 2010
Los nervios son parte del juego y sin ellos no hay emoción. Ayer, el portero del Limeño, el joven Aníbal Peña, fue clave en el 0-0 que sacó su equipo ante la visita del Alianza, más allá de algunos errores por ese mismo nerviosismo.

El cancerbero supo pararse bien cuando fue visitado por los delanteros albos.

Le dijo no a la metralla fallida de Emmanuel Quintanilla (al que le tapó un tiro a quemarropa), al brasileño José Oliveira y a Rodolfo Zelaya, entre otros que probaron sus reflejos.

Ayer, Peña sumó su cuarto partido en Primera División y con el conjunto santarroseño y supo pararse firme para evitar la derrota.

"Creo que tuve un par de intervenciones importantes esta tarde, pero para eso estamos. Lo importante es que no perdimos", dijo de manera humilde el meta.

El ex portero del Fuerte San Francisco (en Segunda División) destacó que "todos hicimos un buen trabajo, no sólo yo; pero aunque sumamos, estamos cansados de buscar la victoria... se nos está escapando la aspiración para clasificar".

Pese a no haber ganado, el cancerbero de 26 años tiene fe en que el equipo levantará cabeza: "Todavía nos faltan ocho fechas, hay que ver qué dice el fútbol más adelante".

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