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lunes, 1 de abril de 2013

AYER NO LLEGO NI A PICHON

¿y ese era el Águila?

1 de Abril de 2013 a la(s) 12:0 - Gabriel Campos Madrid
En el Domingo de Resurrección, Alianza se llenó de gloria al golear 5-1 a un Águila cuya cruz se vuelve cada día más pesada.

Alianza golea al Águila 5-1 en casa
FOTO LPG/ VIOLETA MARTINEZ

El Alianza derrotó 5 - 1 al Águila en el cierre de la Fecha 11 del Torneo Clausura 2013
Se terminó la Semana Santa, pero el vía crucis que Águila atraviesa en el Clausura 2013 todavía continúa y ayer tuvo una nueva estación, la enésima del actual torneo.
En el estadio Cuscatlán, Alianza logró una victoria sin objeciones por 5-1 y ocupó a los emplumados como escalón para alcanzar el segundo lugar de la tabla de clasificación, con 21 puntos.

Los migueleños, por el contrario, siguen sumidos en el fondo de la tabla, y si desde hace algunas jornadas tenían escasas opciones de llegar a semifinales, desde ayer quedaron prácticamente sin chance. Están en el noveno lugar, con ocho puntos, y se ubican a nueve unidades del cuarto lugar, con siete jornadas por disputar. Matemáticamente, todavía es posible llegar. La realidad que vive el equipo dice otra cosa.

“Veníamos con la idea de que podía ser nuestro Domingo de Resurrección, y (con el resultado) uno como jugador se desanima. Pero aquí no es de agachar la cabeza”, reconoció al final del juego Walter Soto, el único jugador emplumado que dio declaraciones a la prensa.

Lo de Alianza ayer fue un fútbol vistoso, de esos que gustan y de los que pueden llegar a enamorar. Mientras que lo de Águila se define como un cúmulo de errores que hicieron mucho más fácil el desdoble hacia el ataque y la contundencia.

Los blancos liquidaron en los primeros minutos de cada mitad a un rival que se presentó con pocos argumentos y que necesita de una reingeniería para levantar de nuevo el vuelo.

Los primeros 20 minutos le pudieron bastar a los albos para sentenciar el juego, pero alargaron el suplicio emplumado. Y un error les complicó el panorama por algunos instantes. Fueron pocos minutos.

Apenas al '2 el panameño Orlando Rodríguez aprovechó una asistencia por el centro de la zaga de Emerson Velis –que se ha adaptado de nuevo a la delantera– para abrir el marcador. Un gol de camerino que rompió con toda la idea emplumada, la cual no pudo ni siquiera ser plasmada.

Y no fue la única oportunidad. Cinco minutos después el mismo “Papi” Rodríguez, tras un pase de Osael Romero –de nuevo por el centro de la defensa– casi vence a Benji. Esta vez el portero logró achicar bien el tiro al panameño.

Después, al '14, fueron Velis y Herbert Sosa los que se pasaron y no capitalizaron un yerro de Villalobos a un centro de Osael y al '17 fue el mismo Velis el que no pudo dar dirección a un cabezazo estando sin marca dentro del área.

El que ya no desperdició todas las ventajas que daba Águila fue Osael. El exvolante negronaranja, al '21, recibió en el área –tras otro grueso error en el centro de la zaga– y con un potente disparo que se coló en el primer palo de Villalobos marcó el segundo del juego. Fue el segundo en su cuenta contra los emplumados –le anotó en la primera vuelta en San Miguel– y el quinto en su cuenta del torneo. De nuevo no celebró por respeto a su antiguo club.

Águila era flojo en defensa y proponía poco o nada en el ataque. En el primer tiempo apenas dos llegadas: un tiro de Darwin Bonilla que contuvo con el cuerpo Miguel Montes y las más clara fue desperdiciada, aún sin explicación, por Irza Santos luego de que se había plantado solo ante la meta y sin ningún rival frente a él al minuto 22.

Luego de ese fallo Irza pidió la sustitución aduciendo problemas en el tobillo derecho. Su lugar lo ocupó Walter Soto y junto a él ingreso también Deris Umanzor en reemplazo de Irving Flores, a quien se le había encomendado la creatividad, pero que había pasado desapercibido.

Ni con las variantes Águila enderezó el camino. Su ataque fue estéril y no puso en problemas a la defensa de Alianza, que ante ello decidió complicarse sola y poner un poco de emoción al juego.

Al '41 Miguel Montes se equivocó en la salida y el cubano Yaikel Pérez –luego de quitarse la marca de Jonathan Barrios– lo cruzó con un tiro de izquierda. Es el tercer tanto del cubano en el torneo y el primero que le anota a los albos, su exequipo.

Con el tanto a favor, Águila se envalentonó y quiso buscar el empate, más con ganas que fútbol, pero no consiguió ponerse de nuevo de cara al marco rival.

Para el segundo tiempo Ramiro Cepeda, técnico albo, apostó por Jonathan Faña como acompañante del “Papi” Rodríguez en el ataque y ya antes había dado paso al mexicano Jairo Araujo para tratar de hacer daño por las bandas.

El que mejor rédito brindó fue el dominicano, que el pasado martes estuvo con su selección en el amistoso contra Haití. Necesitó solo de cuatro minutos para sentenciar el partido y echar al traste cualquier intento de remontada aguilucha.

Primero, al '57, supo colarse entre Benji y Luis Anaya para provocar el autogol del zaguero emplumado luego de un rebote del portero. Luego, al '61, aprovechó una asistencia de Osael, que recibió solo en el área, para estrenarse en el marcador.

La distancia se hizo insalvable para los emplumados, que bajaron los brazos y trataron de resguardarse de una goleada más amplia. Esto, porque fue poco lo que buscaron en el ataque, y eso Alianza lo aprovechó y se desdobló ante los espacios cedidos por su rival.

Araujo se adueñó de la banda izquierda ante la inexperiencia del juvenil Jaime Torres y Faña, a pesar de quedar como único delantero luego de que Rudy Valencia entrara por Rodríguez, siguió siendo un dolor de cabeza.

Tanto que Faña estuvo cerca de lograr su doblete, pero esta vez Benji se puso el traje de salvador y con la punta del pie derecho logró desviar, por centímetros, a tiro de esquina; así como después lo hizo ante un tiro libre de Odir Flores que buscaba colarse en el ángulo.

En el '83, llegó lo mejor de Águila en todo el partido. Walter Soto efectuó una chilena en el área y el balón se fue al poste. Una individualidad que levantó de nuevo a los aficionados aguiluchos que todavía seguían en el estadio.

Cuando ya todo parecía que estaba dado para el cierre del partido, llegó la quinta estocada de los albos. Faña, al minuto 90, se quitó la marca de la defensa emplumada y Odir solo tuvo que levantar la pelota ante la salida de Villalobos.

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