Alianza y Juventud tenían un duelo directo para semifinales, pero llegaba más comprometido el cuadro albo, que perder quedaba sin opciones matemáticas, y empatando (dependiendo de los resultados restantes), reducía más sus escasas posibilidades.
Pero una victoria metía de lleno en la pelea a los dirigidos por Rubén Alonso, que entre semana, tras el triunfo sobre Unviersidad, reconoció que el equipo no estaba jugando bien, pero al menos se mantenían en la pelea. "Quedamos en deuda con nosotros, pero seguiremos luchando hasta el final", dijo entonces el DT.
Dicho y hecho. Contra Juventud, fue un partido raro por el planteamiento táctico de los dirigidos por Ramón Sánchez. Y es que el equipo visitante acumuló seis elementos en la media cancha, y casi que renunció al ataque, dejando en punta únicamente a David Rugamas, el goleador nacional del torneo.
Muy solo estaba el ariete ante un planteamiento en el que los de Opico prácticamente debajan salir jugando a los locales sin mayor resistencia.
Les cedieron el terreno, el manejo de los tiempos, y especularon a un contragolpe, a agarrar mal parada a una defensa que, pese a que casi no era atacada, se notaba nerviosa por ratos y un poco imprecisa.
Pero fue la tarde Jonathan Philippe, quien no entró demasiado en contacto con el balón, pero cuando lo hizo fue determinante.
Un gol sobre el cierre del primer tiempo, tras una jugada de contragolpe, y otro de cabeza en el arranque del segundo, abrieron las puertas de la esperanza a semis de par en par para los paquidermos.
Lo quiso más
Alianza no fue excesivamente superior a su rival, pero sí propuso más. Su ataque fue predecible, por las bandas, pero hizo daño con Miguel Blanco, este joven que poco a poco se va consolidando como revelación paquiderma por su facilidad para encarar, y porque cambia el ritmo.
Mientras el resto tocan y quisieran llegar en base a pausas al otro lado, el desborda, encara y pone a los albos en un ataque vertical que permite generar más peligro, o al menos exigir más a la defensa rival.
Danny Torres, del otro lado, cumplía una función similar aunque con menos efectividad, y por ahí mismo se turnó un par de veces Andrés Flores Jaco.
Por el centro, era muy difícil atacar ante el mar de piernas de volantes que puso Juventud, que dejó un poco más adelantado a Herbert Sosa para que hiciera las veces de nexo.
Dos veces llegó al arco paquidermo en la primera parte. En una, tras una serie de toques y de rebotes que favorecieron a Sosa, y le dejaron en franca posición frente al meta Arroyo, quien tapó con su cuerpo el remate. Y en la otra, fue un tiro de Rugamas, muy suave, tras un pase de Juan Carlos Portillo, quien había logrado desbordar por la izquierda.
Del lado paquidermo, no es que tuvieran muchas ocasiones, pero encimaban más. Díaz probó con un remate desviado al 25', y el meta Martínez desvió a tiro de esquina un cabezazo de Reyes, al 38'.
Cuando todo parecía que dejaría un cero a cero pintado para el segundo tiempo, una mala salida de Juventud permitió a Alianza abrir el marcador. Valencia habilitó por derecha y Juan Díaz sacó un centro raso cerca del área penal, a donde apareció Philippe para ponerle el taco y anotar.
En el arranque del segundo tiempo, en un tiro de esquina, Philippe superó a todos y de espalda al arco, con la testa, marcó el doblete.
Poco después pudo descontar Juventud, cuando en un rebote le quedó el balón a Juan Díaz, pero tiró la bola a las gradas al rematar a un metro del área chica, en diagonal.
Juventud emparejó un poco las acciones, y comenzó a tener más el balón, mientras que Alianza comenzó a bajarle ritmo al juego, pero también denotó más desgaste.
Fue un problema serio parar a Juan Carlos Portillo (corría por izquierda), quien obligó a varias tarjetas amarillas para los paquidermos.
Pero no fue sino hasta el 76 que cobró con peligro uno de tantos tiros libres. Lo ejecutó Rivera, y la bola pasó besando el travesaño.
Desde el 80', Juventud se quedó con un hombre menos por lesión de Irving Valdez sobre el hombro izquierdo. Pese a ello, siguió insistiendo, y en el 82', el meta Arroyo tuvo que esforzarse para desviar a tiro de esquina un remate potente de Juan Díaz.
Al final, un triunfo paquidermo que les permitirá disputar el boleto a semifinales en la última fecha, en el Barraza y ante el Águila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario